Los Dos Árboles de Valinor II

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Los Dos Árboles de Valinor son una pareja de árboles ficticios que forman parte del legendarium creado por el escritor británico J. R. R. Tolkien y cuya historia es narrada en la novela El Silmarillion.

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Siguiendo con el hilo de la mitología y Tolkien aquí os dejo la segunda entrega de la serie sobre los Dos Árboles de Valinor.

Las hojas de Laurelin son de color verde tierno, con bordes dorados, y su forma se asemeja a las de un haya recién brotadas. Sus flores amarillas, comparadas en El Silmarillion con cuernos y en relatos anteriores con las del laburno, producen una lluvia de luz dorada bajo el árbol y emiten luz y calor.​

 En la historia original de los Dos Árboles que aparece en El libro de los cuentos perdidos, J. R. R. Tolkien destaca además la suavidad de su corteza y la gran belleza de su tronco con respecto a la forma.​

Por otra parte, el haz de las hojas de Telperion es de color verde oscuro y su envés plateado.​ Sus flores, que producen un rocío de luz plateada, no son descritas en El Silmarillion, pero el autor menciona su color blanco y su forma similar a las del cerezo en versiones anteriores de la historia.​

 La concepción original de los Dos Árboles en El libro de los cuentos perdidos aporta otros detalles de Telperion, como la descripción de su tronco, más proporcionado y esbelto, y de sus ramas, más gruesas, enmarañadas y densas, en ambos casos comparándolo con Laurelin. Además añade el parecido de su corteza con la seda y la describe de color blanco «como perlas».

Ambos árboles irradiaban luz de forma periódica en intervalos de siete horas, hecho que fue aprovechado por los valar para medir el tiempo. La primera hora que Telperion resplandeció, ya que él fue el primero en brotar y desarrollarse, fue conocida como «hora de apertura» y los valar no la incluyeron en el cómputo del tiempo, pero a partir de ella dieron inicio a las Edades de los Árboles. Mientras Telperion brillaba, Laurelin se mantenía «apagado» y, al menguar el primero, el segundo comenzaba a brillar, mezclándose ambas luces durante una hora. Los días durante las Edades de los Árboles tenían por tanto una duración de doce horas: en cinco de ellas brillaba Telperion y en otras cinco lo hacía Laurelin, en una intermedia menguaba el primero y el segundo crecía, y en la última hora del día se repetía este mismo proceso a la inversa.

J. R. R. Tolkien no dejó claro en ninguno de sus escritos el significado de Telperion, aunque sí mencionó su relación con telpe («plata»). Esta palabra es telerin y su homóloga en quenya, lengua de la que proviene el nombre, es tyelpe; no obstante, el autor menciona en uno de sus textos que los elfos Noldor, principales hablantes del quenya, usaron comúnmente telpe debido a la estima que profesaban por las habilidades en orfebrería de los Teleri. De esta forma, Tyelperion sería una forma menos común de Telperion.​

Entre los muchos otros nombres del árbol figuran: Ibrîniðilpathânezel en valarin,​ Ninquelóte​ (traducido como «flor blanca» del quenya)​ y Silpion, siendo además este último el nombre original que el autor dio al árbol y cuyo significado también se desconoce. En el primer léxico del quenya, completado en la misma época que El libro de los cuentos perdidos, aparecen varias palabras que comienzan con la raíz Sil («Luna»), pero Silpion no se encuentra entre ellas. No obstante, en el primer léxico de la lengua gnómica, contemporáneo al anterior, Sil es equivalente a «rosa de Silpion» y también se usa poéticamente como «Luna llena».

Laurelin, llamado también entre muchos nombres Malinalda («árbol de oro») o Culúrien, también es un nombre quenya y significa «canción de oro». Su nombre en valarin es Tulukhedelgorûs

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