Aspectos de la gobernanza forestal urbana
La gobernanza inclusiva. Tanto en la IV como en otros sectores políticos urbanos, el enfoque de gobernanza por el gobierno se sustituye cada vez más por el de gobernanza con el gobierno. La optimización de las contribuciones de los bosques urbanos y demás áreas verdes a la calidad de vida de los habitantes de las zonas urbanas requiere un diálogo continuo y productivo entre las instancias decisorias y el público al que sirven
Directrices para la silvicultura urbana y periurbana.
ISBN 978-92-5-309442-4
© FAO, 2017
La gobernanza estratégica. Si bien la gobernanza de los arbolados, parques y áreas naturales (públicos) se vuelve cada vez más estratégica – y produce un creciente conjunto de enfoques, políticas y estrategias – los bosques urbanos no siempre forman parte del discurso. Los departamentos o agencias responsables de la gestión de la infraestructura verde urbana deberían participar directamente en los procesos municipales de toma de decisiones a fin de garantizar la debida consideración a las funciones estratégicas de los bosques urbanos.
La gobernanza estratégica de los bosques urbanos entraña el reconocimiento del valor de los servicios ecosistémicos que éstos suministran, además de la adopción de soluciones basadas en la naturaleza como herramientas estratégicas de gobernanza para mejorar los entornos urbanos y reducir el coste de la administración de la ciudad. También requiere la gestión y colaboración, con sólidos conocimientos, entre la municipalidad y los centros de conocimiento relevantes, a fin de garantizar que los bosques urbanos se consideren parte integral de la infraestructura de una ciudad (véase el Recuadro 1).
La integración. La atención prestada a la IV en la gobernanza urbana se encuentra a menudo limitada por la fragmentación de responsabilidades y por los servicios técnicos y administrativos en los documentos normativos y de planificación en todos los niveles de gobierno. “Integración” es un aspecto clave de la gobernanza urbana y la IV sufre de una falta de esa integración y podría tener
Situar los bosques urbanos en un nivel estratégico
La ciudad de Arnhem (Países Bajos) utilizó el concepto de silvicultura urbana y periurbana en un esfuerzo estratégico interdepartamental para vincular el desarrollo de la infraestructura verde a los objetivos generales de la ciudad. Actualmente, se necesita implementar en la práctica la “agenda verde” de la ciudad, formulada en un proceso inclusivo con muchas partes del gobierno municipal, además de expertos y organizaciones no gubernamentales (ONG).
Un papel fundamental para fomentarla. La gobernanza eficaz de los bosques urbanos requiere políticas y normas que armonicen el abanico de intereses en las tierras urbanas y desarrollen y consoliden una perspectiva común, además de acciones de colaboración para la infraestructura verde en y alrededor de las ciudades. Asimismo, la gobernanza de la IV requiere integración para su “ampliación” eficaz, tanto desde el punto de vista geográfico (p.ej., de lo local a lo nacional y entre ciudades) como para captar la participación de actores de diferentes niveles de gobernanza.
Unificación de la gobernanza en una perspectiva común
La ciudad de Johannesburgo reorganizó los servicios de parques – que previamente estaban fragmentados en los cinco concejos de la ciudad – en único órgano llamado Johannesburg City Parks. El cometido de esta nueva agencia, que tiene un Director Gerente y una Junta de Directores que informan periódicamente a la Administración de la ciudad, es crear y mantener más parques con el presupuesto en vigor. De una sola vez, esta reorganización redujo las confusiones sobre quién es el responsable de qué y garantizó la aplicación de las normas comunes en toda la ciudad. La agencia se está manejando estrictamente bajo líneas de negocios que mejoran la eficiencia y han permitido ahorros en los costes de la gobernanza. Fuente:Johannesburg City Parks and Zoo (2015)
La gobernanza inclusiva. Tanto en la IV como en otros sectores políticos urbanos, el enfoque de gobernanza por el gobierno se sustituye cada vez más por el de gobernanza con el gobierno. La optimización de las contribuciones de los bosques urbanos y demás áreas verdes a la calidad de vida de los habitantes de las zonas urbanas requiere un diálogo continuo y productivo entre las instancias decisorias y el público al que sirven (véase el Recuadro 3). Hay mucho que ganar si se aumenta la participación pública en la toma de decisiones sobre el entorno vital urbano (p.ej., se aumentaría la legitimidad de las decisiones y el apoyo del público a éstas, se aumentaría la sensibilidad sobre la importancia de los bosques urbanos y se mejorarían las decisiones mismas).
Planes de vecindario verde inclusivo
Establecida en 2010, la Planificación de vecindario verde inclusiva era un programa político municipal que perseguía facilitar la participación de los ciudadanos en el desarrollo de la infraestructura verde en la ciudad de Utrech (Países Bajos). Esta iniciativa abarcaba a 10 vecindarios – que cubrían todo el municipio – en el proceso de planificación verde, asignando a cada una de ellas un presupuesto de 500 000 EUR. En cada vecindad, se alentaba a los ciudadanos a intercambiar sus ideas sobre los proyectos que pudieran mejorar tanto la calidad como la cantidad de áreas verdes. La municipalidad revisó la factibilidad de esas ideas antes de seleccionarlas e implementarlas por medio de “planes de vecindarios verdes” en cada vecindario. Cada uno de los planes verdes se desarrolló por separado y sobra contienen diferencias en cuanto a procedimientos, financiación, contenidos y participación de los actores. Cada vecindario tiene también un diferente carácter social y medioambiental, que influye en la gama de oportunidades y de resultados. Hoy día, el municipio está buscando activamente la participación de los ciudadanos en el cuidado y mantenimiento continuos de los proyectos y de las áreas verdes, es decir, está promoviendo la autogestión. Fuente:Buizer et al. (2015)
Para lograr la gobernanza inclusiva se requiere la evaluación de:
- Los tipos de actores (y sus funciones) que pueden asumir responsabilidades en un programa de gobernanza inclusiva de la IV;
- La actitud y la voluntad de la comunidad y de sus partes interesadas ante la participación en los programas de gobernanza.
Las ciudades son sistemas sociecológicos complejos (p.ej., biogeofísica, social e institucionalmente) y las partes interesadas que podrían participar en la gobernanza forestal urbana son muchas y heterogéneas (Vease Figura 1). Algunas podrían participar directamente en la planificación forestal urbana, su diseño y gestión, como profesionales, técnicos, usuarios e instancias decisorias; mientras otras podrían estar involucradas más o menos directamente con los procesos de gobernanza de los bosques urbanos.
Gobernanza y conocimiento. La gobernanza de los bosques urbanos requiere que los departamentos de planificación tengan las habilidades técnicas y el conocimiento necesarios para incluir la IV en el proceso general de planificación. Es fundamental también que la comunidad tenga la capacidad – por ejemplo, con respecto al tiempo, recursos, habilidades y conocimientos – para aprovechar las oportunidades ofrecidas por el proceso de gobernanza. Esto podría darse sólo en algunas comunidades o para determinados miembros de una comunidad y, por tanto, la gobernanza innovadora de los bosques urbanos podría requerir formación y creación de capacidad.
Desarrollo de capacidad para la gestión de los bosques urbanos
La estrategia forestal urbana, elaborada con apoyo de la FAO, para la ciudad de Bangui (República Centroafricana) cuenta con un sólido componente de desarrollo de capacidad. Las actividades del proyecto incluyen la concertación de acuerdos entre la Universidad de Bangui y otras universidades internacionales con el objetivo de ofrecer seminarios o conferencias; formular programas de educación ambiental para las escuelas y las comunidades rurales; y una campaña de sensibilización dirigida a las autoridades municipales, técnicos y organizaciones de productores. Fuente: FAO (2009)
Acuerdos de gobernanza forestal urbana. La Figura 2 identifica un conjunto de acuerdos de gobernanza para los bosques urbanos, basados en sus objetivos y en las funciones de las diferentes partes interesadas.
Creación y mantenimiento del lugar. A fin de garantizar la mayor participación posible de los ciudadanos en (y su voluntad de responsabilizarse por) la gobernanza de la esfera pública, es fundamental que estos espacios sean compartidos; este es un valor simbólico importante y tiene una función esencial en la vida cotidiana.
Tipos de acuerdos de gobernanza forestal urbana
Iniciativas de Base
Autogobernanza
Iniciativas relativamente de pequeña escala sobre las tierras públicas, iniciadas y mantenidas de forma autónoma por los residentes de la localidad.
Iniciativas impulsadas por organizaciones
Empresas sociales u ONG que movilizan la acción comunitaria, ubicadas en enfoque y poder entre la cogobernanza y las iniciativas de base.
Cogobernanza
Asociaciones entre municipios y ciudadanos u organizaciones de base, con reparto de poderes entre los actores.
Gobernanza
Plataformas verdes colaborativa
Coaliciones experimentales creativas que conectan redes y conocimiento para formular soluciones basadas en la comunidad y en la naturaleza.
Asociaciones público-privadas (APP) para servicios verdes
Mantenimiento o desarrollo de obligaciones para las empresas a cambio de la formalización de derechos de uso de los espacios verdes (o de su valor) para obtener beneficios.
Municipios que movilizan capital social
Instrumentos estratégicos de planificación para invitar a las organizaciones de base y a
los individuos a participar en la creación y el mantenimiento de lugares donde los árboles son elementos clave.
una comunidad. La creación y el mantenimiento de estos espacios son componentes complementarios de un proceso de transformación de espacios en lugares.
Transformación de espacios en zonas verdes.
Los enfoques innovadores de gobernanza a veces se pueden encontrar en lugares bastante pobres. Por ejemplo, los habitantes de la barriada de Kibera, en Nairobi (Kenya), utilizan los espacios públicos de una manera muy diferente de la de los habitantes de Nueva York o París, donde el término “espacios públicos” normalmente está relacionado con un parque o una plaza. En Kibera, sin embargo, las calles son los únicos espacios públicos y la gente se mantiene en las calles todo el día, tratando de ganarse la vida con la venta, trueques o la caridad pública. Esta comunidad, sin embargo, percibió la casi completa carencia de árboles en las calles como un problema grave, tanto cultural como físicamente. Lugares sanos y adecuados donde la gente pueda ganarse la vida se consideraban tan vitales como el acceso al agua o a la electricidad. Por esta razón, en 2010, la comunidad lanzó una campaña para plantar 10000 árboles con el fin de mejorar las condiciones de la barriada.
Si bien plantar árboles no es la solución a todos los problemas de estos habitantes, es una acción tangible por medio de la cual las poblaciones locales pueden empezar a asumir responsabilidades por la transformación de sus espacios en lugares.
Fuente: Desgroppes y Taupin (2011)
La creación del lugar es el proceso de establecimiento de espacios de alta calidad (p.ej., parques, plazas y costaneras) que la gente desee visitar, experimentar y disfrutar. Los bosques urbanos son elementos fundamentales de los espacios públicos de todo el mundo. Además de ofrecer a los usuarios muchos servicios y beneficios, imprimen el carácter y la originalidad de cada uno de los lugares.
El mantenimiento del lugar, por otro lado, es la gestión y el cuidado de espacios de alta calidad para garantizar que las generaciones venideras puedan disfrutar sus cualidades económicas, sociales y ambientales, además de sus beneficios. Se podrían gastar enormes cantidades de capital para la creación de áreas verdes abiertas pero, en general, se les da poca importancia y se asignan recursos exiguos para su mantenimiento. Sin todos esos cuidados, sin embargo, los espacios públicos podrían caer en una espiral descendente de deterioro y de conducta antisocial y, como resultado, los residentes se sentirían poco seguros en esos espacios y tenderían a evitarlos. Los costes económicos y sociales de la restauración fallida de las áreas verdes deterioradas podrían ser enormes.