Los Dos Árboles de Valinor III

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Los Dos Árboles de Valinor son una pareja de árboles ficticios que forman parte del legendarium creado por el escritor británico J. R. R. Tolkien y cuya historia es narrada en la novela El Silmarillion.

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J. R. R. Tolkien mencionó por primera vez a los Dos Árboles en «Las costas de Faëry». Este poema, cuya versión original data de julio de 1915, fue uno de los primeros escritos en los que el autor comenzó a desarrollar su legendarium y forma parte de una serie centrada en el personaje de Eärendil. En él describe las tierras de Valinor e introduce elementos que posteriormente incluiría en las historias de El Silmarillion, como la montaña Taniquetil y los Dos Árboles, aunque estos aparecen en su forma más primitiva como dadores de «la flor plateada de la noche» y «el esférico fruto del mediodía».

La historia de los Dos Árboles fue desarrollada años después, en algún momento entre 1916 y 1918, cuando J. R. R. Tolkien escribió El libro de los cuentos perdidos, publicado de forma póstuma en dos volúmenes editados por el tercer hijo del autor, Christopher Tolkien. Su creación, que difiere en muchos detalles con respecto a la versión publicada en El Silmarillion, tiene lugar en el cuento «La llegada de los valar y la construcción de Valinor», que supone la versión original de «Valaquenta» y de los primeros capítulos de «Quenta Silmarillion». En él J. R. R. Tolkien cuenta como los Valar cavaron dos pozos profundos y Ulmo recogió luces de lagos y estanques con las que llenó dos grandes calderos fabricados por Aulë: Kulullin, que contuvo las luces doradas, y Silindrin, con aquellas plateadas. A uno de los pozos arrojaron un fragmento de la lámpara de Helkarnota  y siete rocas de oro, lo cubrieron con tierras fértiles, y Vána lo regó con la luz depositada en Kulullin y cantó y bailó una canción sobre él. En el otro pozo depositaron tres perlas y una estrella, cubriéndolo de espuma, niebla y tierra, y regándolo con la luz depositada en Silindrin; además, Lórien se sentó cerca de él y susurró algunas palabras mientras los espíritus que le servían tocaban una melodía. Alrededor de los pozos ya cubiertos, Yavanna pronunció hechizos sobre la vida, el crecimiento y el brote de la vegetación, meditando posteriormente acompañada por el resto de valar. El primer árbol que creció en este cuento fue Laurelin y no Telperion, que es llamado Silpion, y el periodo de tiempo transcurrido entre el brote de ambos es de doce horas.​

La destrucción de los Dos Árboles tiene lugar en el cuento «El robo de Melko y el oscurecimiento de Valinor».

Se cree que el mito de los dos árboles está inspirado en el mito del árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal de la Biblia, y que también se menciona en La epopeya de Gilgamesh. Siendo Telperion el árbol de la vida y Laulelin el árbol de la ciencia del bien y del mal. Así, los elfos, que nacieron en la noche, cuando se alza la luna, serían los «hijos» del árbol de la vida, y que de ahí vendría su inmortalidad, haciéndolos una metáfora de los ángeles; no obstante que la Luna no existía cuando despertaron los elfos, pero si Telperion. Se cree que Tolkien jamás pudo conciliar esto y que fue una de las razones porque no publicara esos relatos.

Y por consecuencia los hombres, que se dice que despertaron cuando se alzó el Sol, hecho de la fruta de Laurelin, seríamos los «hijos» del árbol de la ciencia del bien y del mal, siendo mortales y siempre queriendo saber más. Esto se entiende porque «los hombres siempre se sintieron atraídos por el oeste», esto significa que siempre nos vimos impulsados a actuar según la naturaleza de Laurelin, eternamente insatisfechos con el mundo (aunque esto puede ser porque según Tolkien «…los visitantes, los extranjeros y muchos nombres más… porque solo están en el mundo un momento y luego se van pues no pertenecen a él»), queriendo ir a donde se pone el sol, Valinor, donde viven los valar y a donde no podemos ir.

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