El Proyecto de Ley de cambio Climático ningunea la Infraestructura Verde Urbana.
Las ciudades necesitan bosques y árboles y el proyecto de ley de Cambio Climático lo omite.
Ayer se aprobó en Consejo de Ministros el proyecto de Ley de Cambio Climático que será enviado a Cortes.
El proyecto en si es una declaración de intenciones muy esperanzadora, pero que se centra en las energías renovables (algo muy importante) pero omite el hecho de que aunque dejemos de emitir gases de efecto invernadero ya, hoy, no dentro de 30 años, hoy mismo, el efecto producido por lo que ya se ha emitido no tendrá solución ni a corto ni a medio… quizá ni a largo plazo si no ponemos soluciones activas para ello.
Y esas soluciones activas implican necesariamente la restauración ecológica de ecosistemas que reduzcan la concentración de carbono y otros elementos en la atmósfera, esos ecosistemas pasan por los oceanos (de los que ni se hace referencia en el proyecto) que son los principales sumideros de CO2, los bosques y, por supuesto, los bosques urbanos y la Infraestructura Verde, que no solo son importantes sumideros de CO2 sino que, además, se encuentran en el foco mismo de la emisión y hacen de nuestras ciudades más habitables, igualitarias y sostenibles.
Redactar un Proyecto de Ley de Cambio Climático sin hacer ni una sola referencia al verde urbano es, cuando poco, un proyecto poco trabajado y con muy, muy poca proyección humana. La necesidad de tener en cuenta el factor urbano es debida tanto a la reducción de contaminantes como a la creación de cientos de miles de puestos de trabajo para su gestión.
Desde Los Arboles Mágicos nos felicitamos por tener al fin un proyecto de ley al respecto, es una buena noticia, pero lo es más que sea solo eso; un proyecto, que esperamos sea revisado en profundidad.
http://www.fao.org/3/a-i6210s.pdf
Más de la mitad de la población mundial vive ahora en ciudades, y para 2050 ese porcentaje alcanzará casi el 70 por ciento. Aunque las ciudades ocupan solo el 3 por ciento de la superficie terrestre, consumen el 78 por ciento de la energía y emiten el 60 por ciento del dióxido de carbono.
Las zonas forestales, bosques y árboles en una ciudad y a sus alrededores realizan una amplia gama de funciones vitales, como almacenar carbono, eliminar contaminantes del aire, ayudar a obtener seguridad alimentaria, energía y agua, restaurar los suelos degradados y prevenir la sequía y las inundaciones. En una ciudad de tamaño medio, los árboles urbanos pueden -por ejemplo-, reducir la pérdida de suelo en alrededor de 10 000 toneladas al año.
Al ofrecer sombra y enfriar el aire, los árboles y bosques urbanos pueden reducir las temperaturas extremas y mitigar los efectos del cambio climático. De hecho, árboles colocados adecuadamente alrededor de los edificios pueden reducir las necesidades de aire acondicionado en un 30 por ciento. En climas fríos, al proteger las casas del viento, pueden ayudar a ahorrar la energía utilizada para la calefacción entre un 20 y 50 por ciento.
Los bosques urbanos y periurbanos permiten aumentar la resiliencia y calidad de las cuencas hidrográficas y las reservas de agua al evitar la erosión, limitar la evapotranspiración y filtrar los contaminantes. Y plantar árboles frutales en las calles puede incrementar la disponibilidad de alimentos dentro de las ciudades. (FAO)
http://www.fao.org/in-action/agronoticias/detail/es/c/1110388/
http://www.fao.org/3/i8707es/I8707ES.pdf
Sin embargo, el Proyecto de Ley sobre el Cambio Climático remitido hoy por el Consejo de ministros dedica 12 de sus 14 páginas a hablar de energía renovable, que, es importantísima, pero se puede despachar en dos palabras, “sustitución progresiva” y solo dos párrafos a la sostenibilidad, biodiversidad, absorción de carbono y ni una sola referencia al bosque urbano o a la infraestructura verde.
https://www.miteco.gob.es/es/prensa/200519cminproyectoleycambioclimatico_tcm30-509230.pdf